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De flores y claveles
domingo, 28 de febrero de 2010
13:17 | 6 Comment |
No me gustan las flores preparadas, estas de las floristerías, por que se que eventualmente van a morir, y lo que menos me gusta es que por mas que intente sembrarlas, por más que intente salvarlas no puedo. Las flores de las floristerías, hermosas y coloridas son como la sonrisa que esconde un cáncer, y lo miras todos los días y las ver morir poco a poco; ¿Como alguien puede tener corazón para ver esto, desecharlas y comprar otras? Prefiero ir a un vivero, comprar un porrón que pueda decorar, abono y flores hermosas y sembrarlas, que crezcan y florezcan una y otra vez, que traigan vida cada época, y sepa que siempre que las cuide, estarán allí, con su sonrisa saludable. Supongo que por la misma razón no podría ser oncologo. Todo tiene una razón, no necesariamente se necesita estar loco para odiar las cosas que mueren frente a ti, como los claveles que ella me trajo para mi sala. Esos hermosos claveles, esa forma que tanto me gusta, va contra todo lo que creo, todo por lo que me esfuerzo cada día. Es irónico que un clavel de una floristería te recuerde que siempre, al final y a veces por lo mucho que te esfuerces... ¡Pero! -como siempre yo, evitando los finales obvios- El clavel de la floristería para mi estará equivocado, por que así como su naturaleza es el fin, la mía será siempre intentar salvarlo. Y me siento tan cansado y pequeño que reflejo la tarde sin meditar en ella. (En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño así como en el cielo no ha cabido una estrella.) Pablo Neruda, Tengo miedo. |